Cuando iniciamos un negocio tenemos que visitar muchas oficinas y hacer muchos trámites. Esto es mi diario vivir, es mi trabajo hacer la vida de mis clientes más fácil.

Te cuento que hace unos días tuve que visitar una agencia a 3 horas de mi oficina. Ya te imaginarás que todo se complica, llamadas temprano, clientes solicitando información, en fin, antes de iniciar mi camino me detuve en la oficina a hacer mil cosas antes de salir. Preocupada por si me daría el tiempo de llegar, llamo a la Oficina que visitaría y me atendieron muy cordialmente.

Afortunadamente llego a tiempo y el Director de esa agencia me recibe extendiéndome un cordial saludo. En fin, se supone que de acuerdo al trámite que solicité, el permiso estuviera listo al próximo día. Para mi sorpresa, cuando voy de camino al auto, me dicen: «espera, te daremos el permiso hoy». Y te preguntarás, ¿qué tiene que ver la actitud con todo esto?

Cuando llegué a la oficina habían varias perdonas con trámites extensos, pacientemente espero. Pero boricuas al fin, siempre hay alguien que tiene un amigo y no quiere esperar; así que me tocó ver como pasaban clientes que llegaron después de mí primero que yo.

En lugar de tomar una actitud negativa, esperé calmadamente, ya que de todos modos, había sacado el tiempo para este trámite. Si me hubiera puesto a pelear quizás no hubieran tomado esa consideración de darme el permiso el mismo día.

Así que te exhorto que a donde quiera que vayas, tengas una buena actitud. Predisponerte positivamente hará de tu día uno distinto. Cambia la actitud de tu entorno diciendo, Buenos días, Buenas Tardes, Gracias, ¡Hasta Pronto! Estas palabras mágicas harán la diferencia a donde quiera que vayas…

Después de todo, TODO es cuestión de ¡ACTITUD!

Jaymarie Correa