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Aprende a resolver situaciones de manera efectiva; Anabólicos vs Catabólicos

Esta semana, la cuarta parte de la discusión de las características de los líderes anabólicos y catabólicos se centra en ¿cómo? (y si) los líderes se evalúan a sí mismos, y examinar cómo sus acciones y actitudes influyen en sus resultados, así como el impacto en las personas que los rodean.

 Los líderes catabólicos operan en su pequeño mundo. Ellos hacen lo que hacen, y rara vez, o nunca, se detienen a pensar en las consecuencias de lo que están haciendo (y cómo lo están haciendo). Si los líderes catabólicos evalúan, se autoevalúan – es decir, que no piden la opinión de personas a su alrededor, porque temen que, al hacerlo, pueden parecer débiles.  Además, los líderes catabólicos “saben” que tienen razón y los demás están equivocados (o son incompetentes, o perezosos) – así que ¿por qué iban pedirle  opinión de los demás?

Los líderes anabólicos, por otra parte, siempre están trabajando «en sí mismos. » No sólo están dispuestos a ser fuertes con sí mismos, sino que también piden, y consideran, retroalimentación de los demás, ya que saben que esta información es crucial si se quieren seguir creciendo y desarrollándose.

Consideremos catabólico Juan y anabólico Luis, dos líderes en la misma empresa. Ambos tienen a cargo a varios miembros del equipo, y recientemente ambos tenían  tratar las quejas que habían recibido de los clientes. Juan, fue, bueno, bastante brusco y le dijo a su equipo exactamente qué hacer para corregir el problema, y más tarde, cuando su solución propuesta no funcionó, culpó a miembros de su equipo por no implementar el plan correctamente.

No es sorprendente que Luis  manejó la situación de manera diferente. El y su equipo hicieron un ejercicio de lluvia de ideas para buscar una solución a la queja del cliente, y juntos decidieron qué curso tomar. Cuando su plan elegido no funcionó, en lugar de culpar a su equipo, Luis se sentó con ellos de nuevo para buscar otra solución. Una de las preguntas que le hizo a su equipo era como el podría haber manejado mejor la situación, o apoyarlos más. Luis recibió información valiosa de sus respuestas, aprendió algo de ellas, y como consecuencia modificó su comportamiento. Luis  demostró que el estaba dispuesto a aprender y crecer, y también le dejó saber a su equipo que era seguro proveer honestamente su retroalimentación y confiar en él.

Los líderes anabólicos, pidiendo retroalimentación y dejando  sus egos » en la puerta «, crecen, y por su ejemplo, permiten a sus colegas y las empresas crecer y prosperar también.

El Koru de esta semana: pide retroalimentación a miembros de tu equipo sobre ti, escucha atentamente y sin defenderte.  Si te resulta difícil, escoge al miembro de tu equipo con el que te sientas más cómodo y pregúntale ¿Cómo me ves como líder? Escucha, evalúa y crece.

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